De acuerdo con los resultados de un estudio publicado, la obesidad eleva significativamente el riesgo de fallecer, lo que justifica la promoción de estilos de vida que mantengan el peso en los niveles adecuados.
El debate en torno a los perjuicios potenciales que acarrea la delgadez extrema recibe una atención desproporcionada en las sociedades occidentales. Por el contrario, las consecuencias de la obesidad, un problema con mayor incidencia y, por tanto, más importante en términos de salud pública, pasan a menudo inadvertidas.
Así opinan los autores de una investigación reciente publicada esta semana en el New England Journal of Medicine . Después de analizar la evolución de más de un millón de personas (475.785 hombres y 588.369 mujeres) a lo largo de 14 años (entre 1982 y 1996), los investigadores han establecido la relación entre el índice de masa corporal (IMC, que se obtiene al dividir el peso en kilogramos por la altura en metros al cuadrado) y el riesgo de fallecimiento prematuro.
RESULTADOS
Las personas con sobrepeso tienen más probabilidades de morir. Por ejemplo, una persona con un IMC de alrededor de 30 (una mujer de 1,63 metros de altura que pese casi 80 kg o un hombre de 1,78 metros con 94,5 kg), tiene entre un 50% y un 100% más de posibilidades de fallecer por todas las causas que otra con un índice cinco puntos menor. Estos resultados coinciden con los de otro estudio anterior, publicado un año antes también en el New England.
«La gente no aprecia realmente que el exceso de peso es perjudicial para su salud», dice la doctora Eugenia Calle, de la Sociedad Americana de Cáncer, en Atlanta (EEUU), y directora del trabajo. «Este mensaje simplemente no se ha divulgado», añade Calle.
Según explican los autores de la investigación, la principal patología asociada al exceso de peso es la enfermedad coronaria, especialmente en el caso de los hombres. Las posibilidades de fallecer por cáncer también son mayores en las personas obesas. Sin embargo, la edad, en contra de lo que han sostenido otros investigadores, no parece un factor determinante: el exceso de peso incrementa las probabilidades de fallecer, tanto en hombres como en mujeres, con independencia de los años que tengan.
Según escriben los investigadores, estos resultados apoyan la elaboración de unas medidas únicas para prevenir la obesidad, válidas durante toda la vida. El objetivo es promover unos hábitos que mantengan el IMC en los niveles recomendados.
En el caso de las mujeres, la cifra debe oscilar entre 22 y 23,4. Para los varones, entre 23,5 y 24,9. En cualquier caso, cifras un punto y medio más altas no implican un incremento significativo del riesgo de fallecimiento.
«Actualmente hay una oportunidad para la medicina clínica y los organismos públicos de comenzar el diálogo sobre cómo prevenir la obesidad con agentes hasta ahora no reconocidos, como las empresas de alimentación», señalan los autores del editorial del New England sobre las conclusiones del estudio.
Si bien una persona con sobre peso sabe lo que tiene que hacer, lo más difícil es cambiar hábitos. Sin embargo, hay una ayuda para lograrlo fácil y definitivamente sin provocar tensiones ni ansiedades. El secreto consiste en usar el poder de la mente profunda. Hay una práctica dirigida y grabada especial para lograrlo y hacer exitoso, de esta manera, cualquier recomendación del médico o nutricionista. (www.circuloaleph.com/editorial/mas/bajardepeso.htm).
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